martes, 25 de junio de 2013

Eeren



Eeren

De media luna y en el borde infinito de su particular nariz.
Se sostienen por costumbre las ventanas que enmarcan su alma
Él devora sin cesar historias lejanas sobre un raido tapiz.
En el ínterin que su imaginación le ganaba la batalla a la cotidianidad.

De media asa y en borde humeante de un maravilloso matiz.
Se confunden por defecto cafeto, chocolate y un toque de calma.
Él sorbe a ratos el brebaje mágico de su mágico desliz.
Entre letras, acertijos y el don maravilloso de su escasa incredulidad.

En el infinito la dulce luna, entre sus dedos las páginas de añil.
Por su mente dragones, leyendas y más de un gnomo como él.
Se deleita y sonríe, se asusta y suspira quien mas de una vez simplemente creyó en ti.


MS